“La Misa es el alimento espiritual que me sustenta y sin el cual no podría vivir un solo día o una sola hora de mi vida.”
“María debe ser la fuente de nuestra alegría; ella, que fue la maestra en el servicio gozoso a los demás. La alegría era su fuerza; sólo la alegría de saber que tenía a Jesús en su seno podía hacerla ir a las montañas para hacer el trabajo de una sierva en casa de su prima Isabel. De la misma manera nosotros, con Jesús en nuestro corazón, debemos servir a los demás con alegría.”
“Deben permitir que el Padre sea un jardinero, que corta y poda. Si sienten que son podados no se preocupen. Él tiene sus motivos para hacerlo, ustedes deben dejar que lo haga. Recuerden que la Pasión de Cristo desemboca siempre en la alegría de la Resurrección, para que cuando sientan en su corazón los sufrimientos de Cristo, tengan bien presente que luego llegará la resurrección.”
“Nuestro ideal no puede ser nada distinto de Jesús. Debemos pensar como Él piensa, amar como Él ama, desear como Él desea. Debemos permitirle que disponga y se sirva totalmente de nosotros.”
“El amor llega a aquel que espera, aunque lo hallan decepcionado; a aquel que aun cree, aunque haya sido traicionado: a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado; a aquel que tiene coraje y fe para construir la confianza de nuevo.”
“Supliquemos a María que haga nuestro corazón manso y humilde como modeló el corazón de su Hijo. Pues por medio de Ella y en Ella fue como se forjó el corazón de Jesús.”
“Prometamos convertir nuestra comunidad en un nuevo Belén, en otro Nazaret. Amémonos mutuamente como amamos a Jesús. En el hogar de Nazaret se respiraba amor, unidad, oración, sacrificio y trabajo infatigable; pero, sobre todo, una profunda comprensión, mutua estima y permanente solicitud de todos por todos.”
“El camino a la santidad comienza dejándonos vaciar y transformar por el mismo Jesús, para que Él llene nuestro corazón y podamos luego dar de nuestra abundancia. Buscándolo, porque su conocimiento nos hará fuertes. Amándolo sin mirar atrás, sin temores, convencidos de que sólo Él es la Vida. Sirviéndolo, rechazando y olvidando todo lo que nos atormenta, porque es Él quien nos ayudará en el camino elegido. No estamos solos, ¡confiemos en Él!”
“Seamos fieles en las cosas pequeñas, porque ahí estará nuestra fortaleza. Miremos el ejemplo de la lámpara que arde con el aporte de pequeñas gotitas de aceite, y sin embargo da mucha luz. Las gotitas de aceite de nuestras lámparas son las cosas pequeñas que realizamos diariamente: la fidelidad, la puntualidad, las palabras bondadosas, las sonrisas, nuestra actitud amorosa hacia los demás. No hay nada que sea pequeño a los ojos de Dios, Él mismo se tomó la molestia de hacerlas para enseñarnos cómo actuar; por eso se transformaron en infinitas.
Empieza transformando todo lo que haces en algo bello para Dios.”
“La alegría de Jesús es nuestra fortaleza.”
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1 comentario:
MUY LINDOS LOS MENSAJES ME HAN SERVIDO DE MUCHO.
GRACIAS
DIOS LOS BENDIGA.
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