Un dogma es una verdad revelada por Dios y enseñada por el Magisterio infalible de la Iglesia. Son verdades recibidas de Dios - no doctrinas humanas - que se exponen en palabras adecuadas y precisas –se definen- en el momento oportuno de la historia, según los designios de Dios que guía y gobierna a la Iglesia.
Los Dogmas de María son cuatro:
MADRE DE DIOS
El dogma de la Divina Maternidad comprende dos verdades:
1- María es verdadera madre, es decir, ha contribuido a la formación de la naturaleza humana de Cristo con todo lo que aportan las otras madres a la formación del fruto de sus entrañas.
2- María es verdadera Madre de Dios, es decir, concibió y dio a luz a la segunda persona de la Santísima Trinidad, aunque no en cuanto a su naturaleza divina, sino en cuanto a la naturaleza humana que había asumido.
SIEMPRE VIRGEN
“Dios, habiendo amado al mundo hasta decretar darle a su Hijo infinito para su redención, escogió de antemano de entre todas las criaturas, a María, virgen purísima y santísima, para realizar tan grande e inefable misterio. De ahí que con la intervención del Espíritu Santo, que la cubrió con su sombra, la hizo Madre de su Unigénito, y juntamente con la riquísima fecundidad, conservó perpetuamente pura la flor de su virginidad, cuya virtud y hermosura admiran el sol, la luna, la naturaleza mira con pasmo y el infierno mismo se estremece ante ella.”
INMACULADA
La Iglesia Católica enseña que María es Inmaculada. Con este título se expresa aquel privilegio singular por el cual la Madre de Dios, al ser concebida, no contrajo la mancha del pecado original. Creemos como verdad de fe, que el alma de María desde el primer instante de su existencia, estuvo adornada con la gracia santificante. Creemos que no hubo momento alguno en el cual María se hallase en enemistad con Dios; creemos que en ninguna circunstancia de su vida, ni siquiera en el instante de su concepción, estuvo sometida al pecado.
ASUNTA
Al término de su vida terrena, María Santísima, por singular privilegio, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria –gloria singularísima- del Cielo. Mientras a todos los otros santos los glorifica Dios al término de su vida terrena en cuanto al alma, y deben, por consiguiente, esperar al fin del mundo para ser glorificados también en cuanto al cuerpo, María Santísima –y solamente Ella- fue glorificada cuanto al cuerpo y cuanto al alma.
Quinto dogma que se suplica:
Los Dogmas de María son cuatro:
MADRE DE DIOS
El dogma de la Divina Maternidad comprende dos verdades:
1- María es verdadera madre, es decir, ha contribuido a la formación de la naturaleza humana de Cristo con todo lo que aportan las otras madres a la formación del fruto de sus entrañas.
2- María es verdadera Madre de Dios, es decir, concibió y dio a luz a la segunda persona de la Santísima Trinidad, aunque no en cuanto a su naturaleza divina, sino en cuanto a la naturaleza humana que había asumido.
SIEMPRE VIRGEN
“Dios, habiendo amado al mundo hasta decretar darle a su Hijo infinito para su redención, escogió de antemano de entre todas las criaturas, a María, virgen purísima y santísima, para realizar tan grande e inefable misterio. De ahí que con la intervención del Espíritu Santo, que la cubrió con su sombra, la hizo Madre de su Unigénito, y juntamente con la riquísima fecundidad, conservó perpetuamente pura la flor de su virginidad, cuya virtud y hermosura admiran el sol, la luna, la naturaleza mira con pasmo y el infierno mismo se estremece ante ella.”
INMACULADA
La Iglesia Católica enseña que María es Inmaculada. Con este título se expresa aquel privilegio singular por el cual la Madre de Dios, al ser concebida, no contrajo la mancha del pecado original. Creemos como verdad de fe, que el alma de María desde el primer instante de su existencia, estuvo adornada con la gracia santificante. Creemos que no hubo momento alguno en el cual María se hallase en enemistad con Dios; creemos que en ninguna circunstancia de su vida, ni siquiera en el instante de su concepción, estuvo sometida al pecado.
ASUNTA
Al término de su vida terrena, María Santísima, por singular privilegio, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria –gloria singularísima- del Cielo. Mientras a todos los otros santos los glorifica Dios al término de su vida terrena en cuanto al alma, y deben, por consiguiente, esperar al fin del mundo para ser glorificados también en cuanto al cuerpo, María Santísima –y solamente Ella- fue glorificada cuanto al cuerpo y cuanto al alma.
Quinto dogma que se suplica:
Corredentora, Medianera y Abogada
“María es nuestra Corredentora con Jesús. Ella le dio su cuerpo y sufrió con Él al pie de la cruz.
María es la Mediadora de Todas las Gracias. Ella nos dio a Jesús y como nuestra Madre nos obtiene todas las gracias.
María es nuestra Abogada que reza a Jesús por nosotros.
Sólo a través del Corazón de María podemos llegar al Corazón Eucarístico de Jesús.
La definición papal de María como Corredentora, Mediadora y Abogada, traerá grandes gracias a la Iglesia.
Todo por Jesús a través de María.”
“María es nuestra Corredentora con Jesús. Ella le dio su cuerpo y sufrió con Él al pie de la cruz.
María es la Mediadora de Todas las Gracias. Ella nos dio a Jesús y como nuestra Madre nos obtiene todas las gracias.
María es nuestra Abogada que reza a Jesús por nosotros.
Sólo a través del Corazón de María podemos llegar al Corazón Eucarístico de Jesús.
La definición papal de María como Corredentora, Mediadora y Abogada, traerá grandes gracias a la Iglesia.
Todo por Jesús a través de María.”
(Madre Teresa, MC)
(Fuente: “Los Dogmas de María”, de Giorgio Sernani)
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